Dioses Imperfectos Aún habiendo logrado mi Juicio Personal, el recuerdo de mi futura otra muerte me estremece por dentro, tu bien sabes querido amigo, cuán difícil es reconocer nuestros miedos. Siglos de cultura hacen caer su duro juicio sobre quien se atreve a decirlo. Más difícil aún es enfrentar al poder, porque nada escapa a su dominio... leer más
Cuentos Cortos
Regalo de NochebuenaTal vez me ocurra a mi solo, pero cuando uno decide vivir en lejanas tierras, el impacto de la muerte de los seres queridos se siente con menor intensidad, aunque su dolor dura mucho más tiempo, probablemente porque se mezcla con la culpa de no haber compartido mayores momentos juntos. ... leer más
La mañana nos había sorprendido con una increíble nevada, Ushuaia
luciendo prolijamente vestida de blanco, y las montañas que la
rodean regalando una increíble belleza que me sedujo por unos
cuantos minutos antes de bajar del auto. Hacía mucho frío y el
viento, que había comenzado a soplar con fuerza, bajaba la térmica a
tal punto que hacía doler el rostro. ... leer más
La mesa. Fiel a su costumbre, el hombre llegó al aeropuerto veinte minutos antes de lo necesario. Marcó su boleto. Pidió ventanilla. No despachó equipaje dado que sólo llevaba un bolso de mano con los elementos necesarios para los dos días que el trabajo le obligó a pasar en Buenos Aires. ... leer más
Volviendo a casa -¡Hola! ¿Como están … Hace mucho tiempo que están aqui?- dijo el recién llegado-¿Tiempo? ¿Qué es eso?--Ja ja, tenes razón, aún me queda la vieja costumbre- -A todos nos pasa amigo … a todos nos pasa …- respondió uno-¡Que lindo que se siente volver a casa!- ... leer más
Despertando -Mamá, ¿vos también te vas a morir como el abuelo?- preguntó el niño con los ojos mojados y enrojecidos.
La experiencia de la muerte temprana confundió al niño y por falta de una respuesta correcta, vivió muchos años en la ignorancia. Temiendo a la muerte y por lo tanto, temiendo a la vida. ... leer más
Regalo de nochebuena no es un cuento triste... es un canto a la esperanza
Durante todo el día intenté ocupar mi mente tratando de disipar un abrumador sentimiento de nostalgia, sin embargo, cada cosa que veía en la casa se empeñaba en hacerme recordar.
Mientras arreglaba la biblioteca, el portarretratos con la vieja foto de papá me hizo recordar su ausencia, nuestras vidas alejadas y su dolorosa muerte.
Volví a pensar en sus últimos días no sin reprimir cierta vergüenza por no haber estado más cerca de él en su agonía.
Tal vez me ocurra a mi solo, pero cuando uno decide vivir en lejanas tierras, el impacto de la muerte de los seres queridos se siente con menor intensidad, aunque su dolor dura mucho más tiempo, probablemente porque se mezcla con la culpa de no haber compartido mayores momentos juntos.